¿Cómo he de pedirle al corazón que no te ansíe?
¿O cómo he de convencerle de que ya no te ame?
Si ni el tiempo ni distancias han logrado que te olvide...
¿Cómo puedo yo evitar que mi alma triste por ti clame?
¿Porqué te has cruzado otra vez en mi camino?
¿Y porqué hoy, como ayer, sigues tan fuera de mi alcance?
¿Y si es el Cielo quien se opone y me ha vedado tu cariño...
porqué cimbras mi alma y no dejo de añorarte?
Yo no sé si el sendero que hoy caminas, has de andarlo tú por siempre
o si el camino que yo sigo… sea a tu vida divergente,
mas el recuerdo de tu rostro a mi corazón lo llevo atado
y es Dios mismo mi testigo, de lo mucho que te amo.
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